¿Realmente estás vendiendo un producto o servicio que tus clientes esperan?

Esta en una pregunta que todos los que pertenecemos al mundo de la oferta empresarial deberíamos formularnos, ya que una idea de un producto o servicio por sí sola no constituye una empresa, es esencial testear lo que traemos en mente para poder identificar y abordar los puntos débiles antes de que se conviertan en obstáculos insuperables; por otro lado, si nuestra empresa ya opera en el mercado, te permitirá reformular el modelo de negocio, de esta manera tendrás la oportunidad de trabajar sobre una base más sólida las estrategias que luego implementaremos a la estructura, a los procesos y en general a todo el sistema de tu empresa.

Al crear un anteproyecto para la idea de negocio que planeamos lanzar al mercado se traduce en una inversión de tiempo y esfuerzo que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Llevar a cabo este trabajo te proveerá de información crucial que reducirá en gran medida el riesgo de quebrar mucho antes de lo imaginado; básicamente porque un anteproyecto denota investigación y análisis que te dotará de conocimiento y comprensión de tu mercado objetivo, mercado que previamente debes definir con claridad y agudeza.

La comprensión del mercado objetivo te permitirá ofrecer un producto o servicio enfocado en una necesidad real, pues la congruencia entre nuestro enfoque y la demanda del mercado es esencial para construir una base sólida sobre la cual desarrollar estrategias efectivas que se traduzcan en una estructura empresarial robusta y de procesos eficientes.

Ahora, entrando un poco más a la forma en la que llevaremos a la acción lo anteriormente expuesto, podemos usar una herramienta llamada el “Mapa de la Propuesta de Valor”, la misma que te permitirá llevar tu idea de negocio o proyecto a un nivel más estructurado cuyo fin es encontrar el encaje entre lo que ofreces  y lo que realmente espera tu audiencia, cabe resaltar que el encaje no es más que la forma en la que tu producto o servicio resuelve algún aspecto del día a día de tu cliente, ya sea aliviando una frustración o a través de una alegría que le genera un beneficio concreto al usar tu bien o servicio.

Comprender estos conceptos e implementarlos inmediatamente a tu proyecto de emprendimiento o a tu negocio ya establecido te ayudará a concretar los resultados que esperas.

Un abrazo

Katherine Zambrano

“Consultoría empresarial para la sostenibilidad”